Apetito 10.
Mi hija Cata creció creyendo que su papá era un gran intelectual, y que su mamá y sus hermanos eran ricos, eso creía hasta el día en que grabó el video para la beca estudiantil, Soy Catalina Villa Galvis y soy hija de dos padres discapacitados, mi mamá es pensionada con un salario mínimo por invalidez por un trastorno bipolar, y mi papá sufrió una hemiplejía cuando cayó de un segundo piso a los 5 años, dijo. Esa era la realidad pero cualquiera diría que construimos la vida en torno a otros valores. Andrés, el papá, lleva una vida tranquila tomando cursos en la web de literatura, cuentos cortos y música barroca, mientras que yo escribo mis apetitos para las delicias de su público, mis 4 gatos y yo. Andrés tuvo su época de realizador, estuvo trabajando para un programa de televisión de la Rama Judicial de Antioquia, y años más tarde escribía para un pequeño periódico de La Ceja, Antioquia, incluso llegó a hacer radio para la emisora de Telemedellín, ésta y otras tareas como cocinar pizzas lo llevan por el camino del sibaritismo, vive en una casa de campo, con perros, árboles, buen clima, que él en sus actividades no podía dejar de sorprender a su hija pues no parece una persona con discapacidad, sino un hombre muy activo dedicado al periodismo. Con razón creía que era un intelectual. Todavía a hoy, cuando Cata vive con nosotros en Bogotá para ir a la universidad, Andrés sigue organizando su equipo de sonido para escuchar sus grandes obras musicales a todo volumen, como su calidad de vida se lo permite. Llama a Cata cada semana, está pendiente de sus tareas, de sus parciales y no ha dejado un día de amar a aquella chiquita que le robó el corazón, ya quisieran otros niños tener ese papá. Yo no dejo de sorprenderme de las buenas relaciones que construimos todos en casa, de nuestras actividades como cocinar juntos y de las veces que salimos de paseo a ese campo que todos queremos.
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