Apetito 12.
Cuando entré a la Lumiére ya estaba embarazada. Era mi segundo bebé. aproveché el tiempo de la preñéz para tomar unos cursos de video en una escuela fundada por Pepe Sánchez, era el gran atractivo, poder tomar clases en persona con el gran director. Ese primer semestre fué para los documentales, eran charlas del maestro sobre su experiencia dirigiendo producciones en este formato, de cómo comenzar una investigación, cómo llegar al lugar y dejar que los hechos se fueran produciendo para narrar una historia sin necesidad de un narrador, la imagen debía decirse por sí misma, sobre cómo ganarse la confianza de los entrevistados al punto de que la cámara pareciese no estar en el lugar, sobre como encontrar un hilo conductor a la narración para organizar la película en la edición. Y luego teníamos prácticas, teníamos que producir documentales de diferente largo, de un minuto, de cinco minutos, de 10 minutos. Estuvimos en la Estación de Trenes de la Sabana grabando unas imágenes, ya se me notaba la barriga y no pude participar como me hubiera gustado por las semanas de gestación, pero sí tomé nota de cada aspecto que nos dijo Pepe para unos documentales que produje posteriormente para televisión, ese interés en investigar, la cámara que escudriña un suceso, el realizador que termina siendo parte de la escena y tomando posición frente a lo que ocurre. Gran experiencia hacer documentales.
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