Apetito 20.

 Toto, el gato de la casa estuvo muy inquieto porque no podía aparearse con las gatas que lo acompañan y que ya estaban esterilizadas, estuvo maullando jornadas enteras y con una actitud agresiva, se notaba que era un machito, hasta que lo llevamos a que lo castraran, ahí ya se calmó y adoptó una actitud apacible y tranquila. Me acordé de Bruno, un perro que tuvimos y que nunca pudimos amaestrar, se masturbaba con las piernas de los visitantes de la casa y huía a la calle cada vez que abrían la puerta, estaba loco por aparearse. Un día escapó y ya no lo salimos a buscar y se perdió, nunca se volvió a saber de Bruno a no ser por los perros callejeros que empezaron a aparecer con rasgos de baset hound, la cola, las orejas, y pensé que lo que teníamos era que castrarlo pero en esa época nosotros no sabíamos nada de mascotas y no se nos ocurrió, paso uno, cada vez que usted tenga una mascota, lo primero es ir a castrarlo porque si no, no dejan ni dormir del desasosiego que les da.

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