Apetito 21.

 Mis hijos fueron a vivir solos a un apartamento que tenemos, fueron dos años terribles en los que la casa se sentía vacía, íbamos todos los sábados a visitarlos y a recoger la ropa sucia para la lavadora. Fué importante para ellos porque ganaron en autonomía, y nosotros aprovechamos para hacer los arreglos a la casa, estaba sin piso, tenía un papel que ya estaba desgastado y las paredes necesitaban pintura. Lo primero que hicimos fué tumbar un muro que dividía dos habitaciones y hacer una habitación más grande, la sala comedor. Y luego poner un piso de madera que hizo la estancia más agradable, incluso las habitaciones de los muchachos tuvieron piso nuevo, y la pintura. Para el 2023, los jóvenes y jovencita ya estaban desesperados viviendo solos, tenían que cocinar y organizar sus cuartos, casi no les alcanzaba el tiempo para estudiar y trabajar, y también tenían que hacer el mercado. Para enero del 2024, ya estaban de regreso en la casa, en sus habitaciones nuevas, y hubo un dinero para ampliar atrás, la zona de la cocina y construir una terraza. Para la cocina se tumbó otro muro, y para la terraza del tercer piso, se echó una plancha y se pusieron unas puertas ventanas en las habitaciones que iluminó el espacio, la casa quedó muy iluminada, el espacio de la cocina amplio, y todos estuvimos muy satisfechos con los resultados. Ya para diciembre de 2024, pudimos utilizar la terraza y tomar unas fotografías familiares como lo hemos venido haciendo en los últimos años. Lo mejor de la obra es que yo perdí mi espacio de taller de arte, pero tuve la oportunidad de dirigir las reformas, me sentí como aprendiz de arquitecto y era otra forma de aplicar las artes a un proyecto más ambicioso. Quedó bien, quedó espacioso, quedó luminoso y mi familia de vuelta al hogar, me hicieron mucha falta, fueron dos años quejumbrosos.

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