Apetito 29.
Está buena la musipquita, me acuerdo de Ramón, que tocaba el piano y era una delicia escucharlo mientras que hacía mis trabajos de la universidad. Fué mi primer marido, me casé en 1992 y me divorcié en 1994, pero prácticamente me formó, con él me hice a una idea de lo que sería mi vida como artista plástica en adelante. Sin medios de comunicación, solo una radio en la que sonaba Javeriana Estéreo. Y de resto, dividir el tiempo entre las actividades de la casa y la práctica artística. Tocaba el piano todos los días, una vez a la semana ensayaba con una banda y también se presentaban en los bares de la ciudad. Desde esa época iba yo a ver a las bandas de rock. En esa época no había tanto espacio para tocar, y tampoco habían tantos grupos. Casi siempre estábamos en la casa y hacíamos lo que llamábamos rumba privada, solos los dos, hablábamos de una miriada de temas, como digo, me educó, sobre todo me actualizó en los temas de la música que escuché por primera vez. También a veces salíamos a caminar La Candelaria, y con mi hijo Marquito que vivía con mis padres pero que venía a visitarnos y a veces se quedaba. Era muy tierno con el niño, lo trató muy bien. Alguna vez hicimos un video para una tarea de la universidad, mis amigas quedaron enamoradas de Ramón quien era muy bien parecido y gustaba mucho, yo era muy celosa. Y en una oportunidad lo contrataron de una agrupación grande, de las que sonaban en los medios de comunicación, y le pagaban por su participación. Ramón se comenzó a quejar de la comida, que no le gustaba como yo cocinaba, la misma de todos los días de los últimos dos años, pero como ahora era famoso, quería tener un trato preferencial. Hubo una reunión con actores de televisión y le gustó una actriz y ya no pude hacer nada, finalmente me golpeó y se terminó la relación. Ramón se fué del apartamento y me dejó el corazón roto. Estuve viviendo sola por varios meses antes de volver a la casa de mis padres. Supe que se fué para Barcelona y no volví a saber de él. Era un gran instrumentista, aunque tenía problemas con la marihuana, a hoy debe seguir consumiendo. Me caía bien Ramón, mientras no se le subieron las ínfulas, fué bonito convivir con él. De resto, fué más costoso el divorcio por lo civil que el matrimonio. Dejamos todos nuestros documentos en órden. Y no tuvimos hijos, hubiesen salido muy bien parecidos.
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