Apetito 35.

 Extraño cuando la vida era sencilla. Cuando había tiempo para perder con los amigos en charlas estúpidas, de esas en las que se discute de todo pero al final no importa quien gana o quien pierde en el debate. Charlas sobre lo que acabamos de ver en clase, la buena o mala impresión que nos dió alguien, la última película que vimos, lo nuevo que salió en la música. Ó haciendo proyectos inconclusos, de esos que nunca se llevaron a cabo pero a los que les pusimos todo el alma. Me gustaba departir con mis amigos, ya fuera caminando hacia la casa, o compartiendo un café. Existía la sensación de que había tiempo para todo, nadie se apuraba, nadie acortaba la charla, podíamos pasar juntos horas enteras y llegar a la casa y terminar chateando toda la noche. Ahora veo yo a mis hijos en el mismo plan y me pregunto qué pasó con mis amigos, como si cumplir 50 años nos haya impuesto otras prioridades y ya no quedara tiempo para perder en nuestras charlas amenas, llenas de risa, o llanto, o lo que fuera. Y está la tecnología, pero mis amigos decidieron irse del país, o cambiarse de ciudad, o irse a pueblitos, y ya ni por el chat, desaparecieron. No supe qué pasó pero no hubo contacto de nuevo, ya la gente creció, yo tenía mi adolescencia hasta los 49, y a los 50 me dió por enfermarme, ahora todo es serio, todo es ir al médico,, hacer trámites. Estoy aburrida, los extraño amigos, extraño su rara forma de mirar el mundo, sus risas y sus ideas. Gracias por nada. aparezcan, dejen ya tanta seriedad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Apetito 90.

Apetito 18.

Apetito 73.