Apetito 5.

 Mis amigos eran como las patas de una mesa, eran 4 que sostenían todo el andamiaje de mi personalidad, los 4  que mejor nutrían mi ego, pero un día uno de ellos se suicidó y me hizo tambalear toda la estructura, ya al fin hice el duelo y puedo manifestar que nunca estuve de acuerdo, cómo no me iba a acompañar todos los días de mi vida si habíamos hecho un acuerdo de que lo que era conmigo era contigo y viceversa. Pero murió, los otros 3 no supieron consolarme y pronto caí en la desesperación y el agobio. Para colmo de males, otro de los amigos decidió pelear conmigo, de un tiempo para acá no hay acuerdos, peleamos porque sí, y peleamos porque no. Yo colgué mi mesa de una pared, esa mesa plegable debía aguantar las dos patas restantes, y así sobreviví los últimos 7 años, mi amigo falleció antes de pandemia, y aproveché y ahondé en mis relaciones con los dos amigos que ahora eran como hermanos. Ya volvimos a hablar con el 3er. amigo, ya tengo de nuevo una mesa de 3 patas, pero no son suficientes para sostener el andamiaje de mi personalidad, necesito más amigos, es como un apetito voráz este de tener muchas personas en mi entorno parloteando sin cesar. Ahora siento como si no pasara nada a mi alrededor, es un estado de estancamiento, se necesita contar con los otros para contarles que me infarté, que casi muero, pero que sigo viva, que sigo intentando, que busco soñar sueños nuevos y renovados, que este mundo no es completo ni suficiente sin ustedes. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Apetito 90.

Apetito 18.

Apetito 73.