Apetito 6.
Mis hijos han mostrado con el tiempo en cuánto se parecen y en cuánto se diferencian a mi. Resultaron mucho más tranquilos que yo, gustan de la casa y de las cosas sencillas. Gustan pasar tiempo en familia. Yo a su edad me escapaba de la casa para ir a parchar con los amigos, era tan importante formar parte de un grupo de jóvenes que yo no escatimaba esfuerzos para merecer estar allí, desde dobletearme en el estudio, hasta pedir ayuda de mi mamá en el cuidado del bebé. Mis hijos no, ellos prefieren estar en la casa y que los pocos amigos vengan a visitarlos, eso es bueno, yo no tengo que amanecer esperándolos de alguna rumba, casi siempre sé donde están, y además porque a ellos les gustan las actividades costosas fuera de casa como ir a un restaurante o a un concierto. Me gusta su carácter afable, son buenos hijos, son alegritos, mi hija canta todas las mañanas mientras se alista para la universidad, es un gusto escucharla como despierta con ánimo para sus actividades. Mi otro hijo, el de la mitad, está sin empleo pero está yendo a una maestría, no lo aceptaron más en su trabajo por la cantidad de tiempo que requiere estudiar, estaba faltando mucho, y ahora resulta complicado encontrar un trabajo en el que le den permiso para ir a la universidad, pero no parece desanimarse, ni siquiera ha pasado las hojas de vida, se la pasa deambulando por la casa o jugando videojuegos, ni siquiera el hecho de que tiene que pagar la matrícula de mi hija y la propia lo desestimulan, no quiere hacer nada y nada hace, yo también era así, tranquila pensando en que la plata nos iba a alcanzar por siempre. Él además paga los servicios públicos del primer piso de la casa, no ha sido consciente de que nos quedamos sin agua, luz y gas si no paga. Y paga la comida de los gatos, y el transporte de mi hija a la universidad, está convencido de que con sus ahorros puede cubrir los meses que pase cesante. Y mi primer hijo, trabaja todo el día online, también está en la casa todo el tiempo, se pone una camisa y sigue con los pantalones de la pijama, dependemos de él, de que pague su parte de los servicios públicos, pero a veces deja su trabajo para ver algún partido de la Champions League, me preocupa que lo echen, ojalá tenga todo en órden porque ninguno parece ser consciente de lo importante que son sus ingresos para la manutención de la familia, nosotros dependemos de ellos, mis ingresos son exiguos y mi papá tiene solo deudas. Por lo demás, mis hijos son magníficos, son tranquilos, sencillos y buenas personas, tienen todos los atributos que cualquier madre quisiera en sus hijos pero no dejan de ser jóvenes. Los quiero mucho, hijos.
Comentarios
Publicar un comentario