apetito 44.
Hay situaciones que le dan a uno avance. El día siguiente a mi graduación de la universidad, ya todos saben que salí con un cero en la tesis de grado bajo el brazo, me senté junto a mi mamá y le pregunté: y ahora yo qué hago? Pensé en dedicarme a hacer figuras en cerámica y porcelana para la venta, tenía cómo, sé que podía, algo hice al respecto, pero me sentía mal porque eso no le daba proyección a mi carrera como artista, yo realmente pensaba en ganarme una beca para ir a hacer una maestría en el exterior, pero con ese cero... en la tarde me fuí a Uniandinos, la asociación de egresados, y me enteré que habían abierto un diplomado en gerencia para empresas de ingeniería, que visto por encima traía todo lo que me faltaba de contenido de mis clases de administración de empresas, y decía, se da media beca a egresados profesionales, no decía más, yo me fuí a pedir mi media beca y resulta que era para egresados profesionales en ingeniería, claro que yo discutí el punto, ahí decía profesionales y yo necesitando la beca, y les causó tanta gracia que me dieron una beca completa y pude asistir a clases gratuitamente, ahí me dí cuenta que tenía algo especial en mi forma de ser, que era capáz de cumplir con objetivos, así fueran insólitos, lo cierto es que había conseguido más de lo que me había propuesto. Y fué tan importante este diplomado, que me sirvió el resto de mi carrera, realmente me impulsó como artista, el solo hecho de haber salido de allí con la autoestima bien alta, y luego, con las capacidades para gestionar todo aquello que me propusiera. También me dí cuenta de que pude ser ingeniera, tenía capacidad, y sobre todo tenía ganas, hambre. De esos títulos raros que uno obtiene pero que sirvieron para todo. No sobra decir que seguí con más ánimo buscando oportunidades en mi camino, sobre todo oportunidades gratuitas que la dejaran toda, ir tras la vara de premios se convirtió en un norte para mi carrera profesional.
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