Apetito 55.
Escribir éste hubiese sido genial al mediodía pero no aguanté el hambre y dejé ahí. Me hice un brunch, mezclé unos huevos fritos y una arepa del desayuno, con una carne asada que encontré en la cocina, que esta carne se llama churrasquito y que la del gulash es murillo. Estaba que me comía un elefante porque desayuné tarde. Y se me vino a la cabeza la época en la que tenía antojos durante los embarazos de mis hijos, en el primer embarazo fué sin planeación, me metí a un restaurante italiano 5 días a comer pasta en todos sus formatos, pero ya para los siguientes embarazos se volvió tradición, y es que yo amo la pasta, la lasaña, mezclada con pollo, carne, atún, verduras, y recientemente descubrí las recetas asiáticas, hasta en sopa, nada mejor que una sopa de letras. Esta mañana estuve pensando en eso pero no fué lo que encontré,, tal vez mañana aunque a la empleada de la casa no se le da la receta, es importante que la pasta quede al dente y no es necesario echarle leche, y lo que se mezcla se prepara en una sartén aparte, se pican bien finito todas las verduras, las carnes, lo que se le vaya a echar, el queso es importante, que sea de los que se derriten, se sazona bien, se mezcla todo y se sirve la pasta en el plato y encima se le pone el relleno y las salsas. Eso se acompaña de un buen vino, aunque con jugo también sabe rico. Yo amo las pastas, no hay que esperar a estar en embarazo para probarlas. Los caneloni!
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